viernes, 17 de mayo de 2013

¿Metodología o tecnología?

Una de las tareas que tiene todo maestro/a es la búsqueda de recursos para conseguir motivar a los alumnos y alumnas. Se trata de hacer el aprendizaje más atractivo y acertar con la metodología adecuada para que aprendan de la mejor manera posible. Un sitio fundamental de recursos metodológicos en este siglo se encuentra en las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación).

El mundo de las Tecnologías tiene tantas ventajas como peligros. Es fundamental que los alumnos sepan interactuar con el entorno que les rodea, incluyendo las "Nuevas Tecnologías". Los niños que nacen en esta época ya forman parte directa de esta nueva era de la Información y la Comunicación. Los docentes son los que tienen que adaptarse a estos cambios.

Usar tecnologías por el mero hecho de utilizarlas no es la solución. Hay que adentrarse en este universo y descubrir qué puede ser útil para hacer que los alumnos y alumnas aprendan mejor.

Considero que llenar las aulas de equipos tecnológicos no transformará el proceso de enseñanza por sí solo. Si se añaden ordenadores, proyectores y pizarras digitales pero hacen lo mismo en la práctica pedagógica, todo se quedará igual.

El mayor problema que enfrentan muchos proyectos que carecen de una pedagogía transformadora es que utilizan la tecnología sin metodología. El siguiente video es un claro ejemplo que gira en torno a este tema:
 
 
 
Las TIC no tienen efectos mágicos sobre la enseñanza y el aprendizaje. Por el hecho de usar tecnologías en las clases, no aprenderán más los alumnos/as. Los efectos pedagógicos de las TIC dependen de la planificación didáctica realizada y de las actividades que se desarrollen con la misma.

Lo cierto es que muchas veces cuando se aplican tecnologías en la formación, parece que ya se innova por el hecho de aplicar las tecnologías, pero en la mayoría de las ocasiones las tecnologías no alteran la metodología, es decir, son utilizadas para hacer lo mismo de siempre, pero con ordenadores. Por ello, se debe tener una mentalidad nueva y abierta a los cambios.

Es evidente que se deben incorporar las tecnologías al proceso de formación, pero esto se debe aplicar de forma correcta.
Para ello es necesario dotar de infraestructura tecnológica a los centros educativos, formar al profesorado en su utilización y es necesario que conozcan cómo se pueden renovar las metodologías con esas mismas tecnologías. 
 
 
 
No hay que olvidar que las Tecnologías han de estar al servicio de la Educación, y no la Educación al servicio de las Tecnologías.

 

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